Dos simples ejercicios para alcanzar la calma, la tranquilidad y la serenidad
¿Llevas meses o años preocupándote demasiado por tu salud? ¿tienes miedo de volverte loco, de perder el control y de hacer cosas que no quieres hacer?
Todas estas preguntas son signos de que sufres ansiedad, una emoción generada por una amenaza en nuestro interior. Pensar e imaginar el futuro produce unas trampas mentales que nos hacen sentir ansiedad.
Si crees que nunca superarás tu problema, es posible que te ayuden estos sencillos ejercicios prácticos para redescubrir la paz mental, la calma y la tranquilidad.
Ejercicios para tu paz interior
Para deshacernos de la ansiedad, tenemos que aprender a controlar nuestros pensamientos y emociones, ser más conscientes de lo que pensamos cuando nos sentimos mal y reducir la necesidad de controlar lo que ocurre en nuestra mente cuando nos sentimos mal.
Para iniciar el camino hacia la paz y la tranquilidad, el Dr. Moreno propone dos ejercicios prácticos que utiliza con sus pacientes, tanto en terapia individual como de grupo, y que han evolucionado tras años de experiencia.
Este ejercicio nos invita a observar nuestros propios pensamientos para poder reconocer directamente cómo surge la ansiedad.
Para aprender a identificar las causas y las condiciones asociadas a los sentimientos de ansiedad, este psicólogo sugiere que se tome conciencia de la situación en la que se encontraba, de los pensamientos que surgieron y de las reacciones posteriores.
Para este ejercicio debes anotar las emociones que experimentas y las sensaciones físicas que las acompañan. El médico aconseja escribirlas lo antes posible, aunque no se sienta bien, porque cuando se inicia esa actividad voluntaria, la mente tiene que mover otras áreas del cerebro, y el efecto secundario puede ser suprimir las emociones dolorosas.
Y aunque no se produzca este efecto, si queremos sentirnos mejor, primero tenemos que saber qué es lo que realmente nos causa dolor.
Relajación muscular consciente
Según el psicólogo, es importante ser consciente no sólo de tus pensamientos y emociones, sino también de cómo se siente tu cuerpo.
Para aliviar la tensión emocional, sugiere una técnica sencilla que consiste en tensar y relajar diferentes grupos musculares, siendo consciente de cada zona de tensión, de las sensaciones que surgen cuando la tensión está presente y de los cambios que se producen cuando se libera la tensión.
Se recomienda practicar esta técnica en un lugar tranquilo, tumbado en una cama o cojín, vestido cómodamente y con el teléfono apagado. |